viernes, 10 de abril de 2015

UN AMOR INOLVIDABLE!!...

Un amor inolvidable.

Don Anselmo Pereira caminaba lentamente, hablaba poco, todas las mañanas salía a caminar, el médico le había dicho que a su edad el ejercicio era importante.
Por lo general nadie le prestaba mucha atención o hablaba con él, aunque era muy conocido y apreciado en el pueblo a consecuencia de un libro que publico, con los sonetos de amor más hermosos que alguien pudiera haber escrito.
A algunas de las personas les parecía extraño y se preguntaban el porqué siempre andaba solo y sin saber porque su esposa no lo acompañaba en sus paseos, quizás…  ¿Estaba enferma?...  ¿Quizás no podía caminar? … Pero nadie se atrevía a molestarlo con preguntas personales.
Llegaron las torrenciales lluvias de Abril y  un lodazal bajo de los cerros cubriéndolo todo, la calle principal en Chosica se convirtió en un desastre, toda llena de lodo, era imposible caminar y la lluvia continuaba cayendo despiadadamente sobre el pueblo y en esta ocasion, mas que en ningun otro año. 
Hacia aproximadamente cinco meses que la hermana Clementina había llegado al pueblo, llego como asistente en la casa parroquial, estaba preparando la cena y súbitamente pensó en el hecho de que hacía varios días que no veía a Don Anselmo y preocupada por la condición del señor decidió ir a visitarlo y a llevarle unas botellas con agua fresca, porque el pueblo se había quedado sin agua potable, la gente del acueducto estaba tratando de reparar las rupturas que causaron en las tuberías las torrenciales lluvias, pero nadie sabía cuánto tiempo iban a tardar en ser reparadas.
La hermana Clementina golpeo en la puerta, la cual se abrió y allí frente a ella apareció el anciano y quizás un poco sorprendido saludo a la monja amablemente, pero no la invito a entrar.
Querido Don Anselmo, como está usted?
Muy bien muchas gracias hermana y usted?
Yo estoy muy bien, muchas gracias y pues vea usted que yo he venido a traerle un poco de agua fresca!!..
¡Ohhh!... Muchas gracias, mi esposa y yo se lo agradecemos inmensamente, volvió la cara y dijo:
¡Mi amor, la hermana de la parroquia nos ha traído agua fresca!... ¡Muchas gracias!..
¿Y su esposa como esta?
¡Ohhh!... ¡Ella está bien gracias a Dios!.. Hoy un poco cansada, pero yo la cuido mucho, ¿Sabe usted?... Ella es el amor de mi vida, ¡siempre lo ha sido!...
¡Pues usted Don Anselmo me hace el favor y me la saluda!..
¡Muchas gracias hermana!... Don Anselmo volvió la cara nuevamente y dijo:
¡Mi amor, la hermana te ha dejado saludes!..
¡Bueno me voy Don Anselmo!...  ¡Le deseo a usted y a su esposa un resto de día muy feliz!..
La hermana partió y Don Anselmo cerró la puerta cuidadosamente.
Ya era Domingo y finalmente las lluvias habían cesado y ahora un sol maravilloso resplandecía brillante sobre el hermoso pueblo de Chosica, atareada la gente limpiaba los andenes de sus casas y trataban de poner todo en orden después de lo sucedido, las campanas de la iglesia doblaban invitando a los feligreses a darle gracias a Dios por su compasión y misericordia divina y el padre Mauricio se preparaba para celebrar la misa dominical, mientras la hermana Clementina lo ayudaba con sus vestiduras, todos estaban felices, las lluvias no regresarían hasta el nuevo año.
Y dijo el padre Mauricio:  ¡Bueno!.. ¡Quizás el año entrante estaremos mejor preparados!...
Y contesto la hermana Clementina:  ¡Si!.. ¡Confiando en Dios!..
Padre… Ayer fui a visitar a Don Anselmo…  ¿Sabe usted quién es?
¡Oh!..  ¡Si!... ¡El poeta!..
Y agrego la hermana: Es hermoso ver a una pareja de tan avanzada edad y tan llena de amor!... ¡El la adora!.. No pude hablar con ella, creo que no se sentía bien, Don Anselmo me dijo que estaba cansada.
Y dijo el padre Mauricio:
¡Hermana!...  ¡El siempre habla de ella como si estuviera viva, pero la esposa de Don Anselmo falleció hace más de nueve años!...
******************************
Fabio A. Pabón M.
CURANDERO TANGO.

1 comentario:

  1. Felicitaciones viejo amigo, muy emotivo tu relato. Un afectuoso abrazo. Gilda Ledesma Blashett

    ResponderEliminar