FIRPO - UNA HISTORIA NAVIDEÑA.
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La calle estaba llena de personas, las cuales a pesar de la nieve, transitaban llenas de paquetes y de caras sonrientes.
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La nariz percibía un delicioso olor a nueces tostadas y a canela y en las ventanas de las confiterías, regias damas, vestidas de azul lila, con delantales blancos y gorros navideños, preparan deliciosas demostraciones de chocolate y caramelo, mientras los adultos y los niños observan, con ojos estupefactos y golosos.
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Pero en aquel atardecer tan especial, el único triste era Firpo, un canino el cual hacía mucho que vagaba por las calles de París, sin hogar, sin amor y sin el calor que nos prodiga la compañía de un amigo!!..
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Firpo en sus días de juventud fue un gran héroe, el cual fervientemente ofreció su vida y sus servicios a favor de la resistencia Francesa y recuerda cómo en numerosas ocasiones le mordió ferozmente las nalgas a los Nazis, los cuales se atrevieron a invadir a su sagrada patria.
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Pero casi al final de la guerra su amo, André de La Croix, capitán del escuadrón de infantería, fue alcanzado por una bala y desde que se lo llevaron los cuerpos de la cruz roja, él nunca volvió a saber nada de él, se quedó solo, sin hogar y sin los méritos que le correspondían, por su valerosa participación en la segunda guerra mundial.
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Ahora estaba solo, tratando de esquivar a la gente que caminaba por la calle, hambriento y con muy pocas esperanzas o deseos de vivir.
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Y reflejada en la vidriera, entre las coloridas luces y los brillantes adornos que la decoraban, vio el rostro del que fue su amo, el capitán André; aparentemente su amo seguía presente en su memoria, a pesar del riguroso paso de los años.
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Trato de seguir adelante, pero al frente suyo se interponía un par de zapatos brillantes, los cuales le impedían pasar, alzó la cabeza para ver de quien se trataba y ante la más inimaginable de todas las sorpresas, se halló con que el propietario de aquellos zapatos, era ni más ni menos que su amo André
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Y una voz preguntó ¿Firpo?... ¿Eres tu Firpo?
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Dios mío!.. ¿Cómo podría yo pagarte Señor por este milagro?.. dijo André totalmente atónito. Y exclamó: ¡Gracias mi amado Jesús!..¡ Muchas Gracias!
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El fiel Firpo no paraba de saltar, con la alegría reflejada en sus dulces ojos negros y aguanosos y así fue que en el centro de aquel andén, André, su esposa y sus dos niños, abrazaron a Firpo cariñosamente y llenos de regocijo, de amor y de lágrimas, dijeron todos a la misma vez, llenos de ternura y de emoción::
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¡FELIZ NAVIDAD!..
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Para todos Besos y abrazos y Feliz Navidad!!....
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La calle estaba llena de personas, las cuales a pesar de la nieve, transitaban llenas de paquetes y de caras sonrientes.
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La nariz percibía un delicioso olor a nueces tostadas y a canela y en las ventanas de las confiterías, regias damas, vestidas de azul lila, con delantales blancos y gorros navideños, preparan deliciosas demostraciones de chocolate y caramelo, mientras los adultos y los niños observan, con ojos estupefactos y golosos.
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Pero en aquel atardecer tan especial, el único triste era Firpo, un canino el cual hacía mucho que vagaba por las calles de París, sin hogar, sin amor y sin el calor que nos prodiga la compañía de un amigo!!..
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Firpo en sus días de juventud fue un gran héroe, el cual fervientemente ofreció su vida y sus servicios a favor de la resistencia Francesa y recuerda cómo en numerosas ocasiones le mordió ferozmente las nalgas a los Nazis, los cuales se atrevieron a invadir a su sagrada patria.
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Pero casi al final de la guerra su amo, André de La Croix, capitán del escuadrón de infantería, fue alcanzado por una bala y desde que se lo llevaron los cuerpos de la cruz roja, él nunca volvió a saber nada de él, se quedó solo, sin hogar y sin los méritos que le correspondían, por su valerosa participación en la segunda guerra mundial.
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Ahora estaba solo, tratando de esquivar a la gente que caminaba por la calle, hambriento y con muy pocas esperanzas o deseos de vivir.
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Y reflejada en la vidriera, entre las coloridas luces y los brillantes adornos que la decoraban, vio el rostro del que fue su amo, el capitán André; aparentemente su amo seguía presente en su memoria, a pesar del riguroso paso de los años.
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Trato de seguir adelante, pero al frente suyo se interponía un par de zapatos brillantes, los cuales le impedían pasar, alzó la cabeza para ver de quien se trataba y ante la más inimaginable de todas las sorpresas, se halló con que el propietario de aquellos zapatos, era ni más ni menos que su amo André
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Y una voz preguntó ¿Firpo?... ¿Eres tu Firpo?
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Dios mío!.. ¿Cómo podría yo pagarte Señor por este milagro?.. dijo André totalmente atónito. Y exclamó: ¡Gracias mi amado Jesús!..¡ Muchas Gracias!
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El fiel Firpo no paraba de saltar, con la alegría reflejada en sus dulces ojos negros y aguanosos y así fue que en el centro de aquel andén, André, su esposa y sus dos niños, abrazaron a Firpo cariñosamente y llenos de regocijo, de amor y de lágrimas, dijeron todos a la misma vez, llenos de ternura y de emoción::
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¡FELIZ NAVIDAD!..
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Para todos Besos y abrazos y Feliz Navidad!!....
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Fabio A. Pabón M. C/tango.-
Fantastic background music my friend...:)
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